En marzo de 2025 iniciamos un proyecto de Fotovoz en Sibaté, donde se entregaron cámaras desechables a miembros de la comunidad. Durante tres meses, capturaron en imágenes su entorno y vida cotidiana. Tras el revelado, los participantes seleccionaron fotos y escribieron en grupo historias sobre su comunidad.
Autores: Gloria Hercilia Niño y Ricardo Torres Ortega
A simple vista es un árbol más de los que vemos todos los días, pero ha medida que lo observas, percibes que tiene muchos habitantes. Se trata de un pino compartido por diversas familias: torcazas, palomas, copetones, cucarrones, arañas y ha sido refugio de uno que otro perro y gato sin hogar, bajo la extensión de sus ramas. A pesar de la diversidad, todos estos seres viven en armonía, son buenos vecinos, teniendo en común abrigo y alimento. Si observamos más detalladamente vemos unos seres diminutos que danzan felizmente al compás del viento y del canto de las aves que allí habitan, entrelazándose a través de sus ramas. El árbol se encuentra en la parte alta del barrio San José, zona rural limítrofe con uno de los bosques del municipio de Sibaté en el departamento de Cundinamarca (Colombia).
Este hábitat de tan variadas especies es un significativo ejemplo de buena vecindad, teniendo una alta organización, a pesar de que para muchos, los animales no piensan, ni tienen uso de razón. No tienen junta de acción comunal, autoridades ni instituciones que regulen el comportamiento, como las tienen nuestros barrios y veredas; sin embargo, dan cuenta de un gran nivel de respeto y comprensión por quienes son diferentes.
En nuestros barrios hace falta que las instituciones estén más al servicio de la comunidad que a otros intereses y que los vecinos aprendamos a vivir más armónicamente, siguiendo este modelo de buena vecindad en el gran árbol del barrio San José. Aparentemente ves un pino, pero en realidad allí vive una comunidad ejemplar. Este árbol, además, sabe toda la historia de nuestros antepasados muiscas, ha visto todo lo sucedido con la laguna, contaminada, vendida a un monopolio extranjero, como observador silencioso, sin poder hablar; en tanto quienes podemos hablar, los humanos, callamos ante todas las injusticias cometidas. ¿Qué tal si fuéramos más animales y menos humanos? Posiblemente viviríamos mejor.